Una fragancia que encarna la esencia de la elegancia masculina, con un carácter sobrio y seductor.
Desde el primer instante, la lavanda despliega su frescura limpia y envolvente, despertando los sentidos con natural sofisticación.
En el corazón, el pachulí revela su profundidad terrosa y misteriosa, aportando calidez y una sensualidad discreta pero persistente.
Y en el fondo… el sándalo acaricia la piel con su suavidad cremosa y amaderada, dejando una estela íntima, elegante y absolutamente magnética.
Una creación atemporal para quien conquista sin decir una palabra.